diciembre 2, 2024 5:56 am

Esta semana dieron a conocer los primeros nombres de quienes ocuparán secretarías en el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum. Prácticamente sin sorpresas con un Juan Ramón de la Fuente que brinco del lopezobradorismo como embajador de la ONU a la cancillería y el premio de consolación al excanciller, Marcelo Ebrard al frente de Economía.
Ambos funcionarios tienen experiencia en el tema de las relaciones con Estados Unidos y el exrector de la UNAM tendrá a su cargo, junto quien sea designado secretario de Gobernación, enfrentar las presiones del próximo inquilino de la Casa Blanca, repita Joe Biden o regrese Donald Trump.
En cualquiera de los escenarios, con la belicosidad verbal del republicano en contra de los migrantes mexicanos o la sonrisa y promesas incumplidas del demócrata en el tema de una reforma en el tema, la nueva presidenta mexicana enfrentará las políticas antiinmigrantes, las presiones para fortalecer la militarización de la ruta migratoria en México y las deportaciones masivas de paisanos.
Para ello, el primer pasó será limpiar y reestructurar al Instituto Nacional de Migración, cuyas delegaciones están al mando de militares y marinos de alto rango, los cuales a pesar de las promesas del presidente López Obrador de que con este enfoque se eliminaría la corrupción y los abusos, fracasaron. La tragedia en la estación de Ciudad Juárez es la prueba contundente de este fracaso.
El perfil de quién será el titular del INM en lugar del optometrista Francisco Garduño también será sintomático. Si se opta por un giro en las políticas migratorias con un enfoque de persecución, criminalización, detención y deportación; o por el contrario un trato que sea acorde con la crisis humanitaria que se vive en la región y en México.
Las cifras de extranjeros que cruzan por México exponen el tamaño del reto de Sheinbaum: En los primeros cinco meses del año, el INM identificó en el país a 1 millón 393 mil 683 personas extranjeras que viajaban en condición irregular, un promedio de casi 10 mil al día, la mayoría provenientes de Venezuela, Honduras, Ecuador y El Salvador.
De ellos, 738 mil 270 son hombres que viajan solos y 362 mil 979 mujeres adultas no acompañadas, mientras que 154 mil 291 son núcleos familiares y 2 mil 992 niños y niñas que viajaban solos. El INM no aclara la situación de todos, pero es previsible que mayoritariamente fueron deportados.
Por el lado de la frontera norte, la deportación de cientos de miles de mexicanos desde Estados Unidos también es un reto, pero sumado a ello, otro tanto de connacionales que no son propiamente migrantes, sino quienes huyen de la violencia en distintas regiones del país y que están estacionados en ciudades fronterizas en espera de asilo. En los próximos días sabemos si se dará un golpe de timón o será más de lo mismo en el próximo sexenio. Tal Cual.

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