Fuente: Colef/Facebook
Luis Carlos Rodríguez González/The Exodo
El nuevo gobierno mexicano ha creado un nuevo esquema para contener a los migrantes centroamericanos y caribeños, basado en cinturones de contención formados por agentes del Instituto Nacional de Migración y distintos retenes de policías federales y militares, lo cual está provocando que este éxodo se
quede por meses o años varados en el sur de México.
En un mapa elaborado por las investigadoras del Observatorio del Colegio de la Frontera (Colef), Dolores París Pombo y Angélica Zambrano, se observa esta amplia red de vigilancia para la detención y deportación de los miles de migrantes que en los últimos meses han intentado cruzar por México y que están siendo frenados por esta nueva estrategia que sustituye o refuerza al Plan Frontera Sur, avalado por Estados Unidos.
¨Los fuertes cinturones de contención migratoria instalados en el sur de México provocan que los migrantes centroamericanos se queden durante meses o años varados en las cercanías de la frontera sur de México”, dijo la investigadora Dolores París Pombo.
En el mapa se observa el reforzamiento en siete cruces fronterizos entre México y Guatemala, donde se destacan Puerto Chiapas, Ciudad Hidalgo, Chetumal y Nuevo Orizaba.
Además tan sólo en el estado de Chiapas y Oaxaca se han instalado en las últimas semanas al menos 15 retenes miliares a lo largo de las vías del ferrocarril y en las principales carreteras que llevan al centro y norte de México.
El nuevo “cinturón” o blindaje contra el éxodo de migrantes que busca que no lleguen a la frontera norte para cruzar hacia Estados Unidos, incluye siete retenes de la Marina, la mayoría de los cuales buscan evitar el uso de zonas marítimas por parte de centroamericanos y caribeños para llegar al norte del país.
La Policía Federal, que próximamente se convertirá o será parte de la nueva Guardia Nacional, la cual tendrá entre sus atribuciones la “policía migratoria o fronteriza”, parecida a la “Border Patrol” de Estados Unidos, cuenta con al menos siete retenes migratorios en el estado de Chiapas, la mayoría en carreteras que llevan hacia Coatzacoalcos, Ixtepec, Villahermosa y Palenque.
Además, este nuevo cinturón de seguridad contra las caravanas migrantes, cuenta con al menos siete estaciones migratorias, a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) instalados en ciudades como Chetumal, Puerto Chiapas, Tenosique, El Ceibo y Palenque, entre otros, para en su caso detener y deportar a los centroamericanos y caribeños.
La cartografía antiinmigrante, elaborada por el Observatorio del Colegio de la Frontera Norte, también incluye seis Centros de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAITF), donde participan diversas dependencias como la nueva Fiscalía General de la República, para conocer de tránsito de personas y mercancías que ameriten la intervención de la autoridad judicial federal.
Al respecto, el vocero del Movimiento Migrante Mesoamericano, Rubén Figueroa, lamentó este fortalecimiento de los controles migratorios en el sur de México y denunció que en los últimos días se reportado que decenas de familias, mujeres y niños migrantes están escondidos entre los montes luego de que agentes de migración y la Policía Federal están realizando un fuerte operativo en la carretera a la altura de Pijijiapan, Chiapas, por lo que la seguridad e incluso la vida de estas personas está en riesgo.
“Miles de personas migrantes transitan en estos momentos por el estado de Chiapas en una caravana que partió desde Centroamérica con rumbo a los Estados Unidos. Los niños y niñas que la integran se cuentan por cientos”. Sin embargo hay una estrategia de criminalizarlos, de detenerlos y deportarlos a sus países de origen, destacó.
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