noviembre 23, 2024 9:21 pm

Luis Carlos Rodríguez González/The Exodo

Más 3 millones de jornaleros agrícolas, de ellos más de 200 mil mayores de 60 años, no han tenido ni tendrán acceso a la vacuna contra el Covid-19 a pesar de ser trabajadores esenciales en la cadena alimenticia del país y del discurso presidencial y oficial que asegura que toda la población será vacunada en el país, por lo que en medio de la pandemia se encuentra en el limbo, con alto número de contagios y un cifra negra de fallecimientos.

Como en otros países, el sector agrícola fue declarado como esencial por el Gobierno mexicano al inicio de la pandemia, por lo que los esfuerzos gubernamentales se enfocaron en mantener la continuidad de las cadenas de producción, transporte y distribución de alimentos en el país. Sin embargo, en los hechos a más de un año de iniciada la crisis sanitaria y con cerca de 215 mil muertes oficialmente y más de medio millón de acuerdo a la UNAM, no existen para las políticas públicas y de salubridad.

Contrario a lo que ocurre con los jornaleros agrícolas mexicanos en Estados Unidos, sobre todo en California, donde incluso a pesar de no tener un estatus migratoria han sido vacunados, en México este sector no existe para el gobierno federal, pues nunca tuvieron acceso a pruebas contra el Covid-19, tratamientos, hospitales y ahora menos a las vacunas.

Florencio Lucas, oriundo de Chilapa, Guerrero, en la región de la Montaña, resumió el abandonó oficial en el tema la vacunación para millones de jornaleros agrícolas: “Tengo 62 años, soy originario de Chilapa. Llegué en noviembre para el corte de chile aquí en Escuinapa, Sinaloa. Me vine para acá como cada año con mi familia, estamos rentando el lugar donde vivimos. Diario salimos a trabajar, pero hasta donde sabemos nadie se ha acercado allá donde estamos rentando para decirnos lo de la vacuna. Yo creo que no nos va a tocar”.

En un informe de la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas (REJJA) se destaca por su condición de pobreza extrema, de movilidad constante por todo el país, estos millones de mexicanos, casi todo de regiones indígenas y rurales no tienen otra opción que migrar durante todo el año junto con sus familias desde regiones como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, entre otros estados expulsores hacia entidades como Sinaloa, Baja California, Sonora y Coahuila, principalmente.

“Es una población que está en movilidad constante y difícilmente pueden estar en sus comunidades de origen donde posiblemente ya comenzó la vacunación, migrar, es la única opción que tienen por ahora, para sobrevivir, ellas y sus familias, arriesgando su seguridad y su salud constantemente”, se añade en el informe.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Primer Trimestre 2020, las y los adultos mayores de 60 años y más representan el 8.9% de las personas jornaleras a nivel nacional, es decir que al menos 206 mil 253 personas adultas mayores son parte de la fuerza de trabajo jornalera, y casi 23 mil personas tienen al menos 75 años.

La coordinadora de la Red Nacional de Jornaleras y Jornaleros Agrícolas, Margarita Nemesio, dijo a The Exodo que existe preocupación porque los dos ejes del Plan Nacional de Vacunación, tanto para zonas rurales de alta marginación como para los adultos mayores, que son esenciales en el discurso oficial, dejaron fuera a estos más de 200 mil jornaleros mayores de 60 años y otros 3 millones menores que no son adultos mayores, que se encuentran migrando y trabajando en campos agrícolas de diversos estados.

“Hicimos un monitoreo de familias oriundas de la Montaña de Guerrero que son jornaleros agrícolas y que en este momento están en Sinaloa. Lo que detectamos es que ni fueron vacunados en sus pueblos de origen, por no estar en el momento en que les podría tocar, ni tampoco donde está ahora trabajando. Ni siquiera se les ha informado de la campaña de vacunación, donde estarán los módulos, los requisitos, además de que son jornaleros que salen a trabajar casi de madrugada y regresan por la tarde-noche a los campamentos, a las galeras, a las viviendas donde viven en Sinaloa, en Sonora, en Guanajuato o en otros estados”.

Lamentó que para el Estado mexicano, para la secretarías de Salud, del Trabajo, estos más de 3 millones 200 mil jornaleros, que fueron declarados como esenciales por su labor al inicio de la pandemia, no existen, están en limbo para poder acceder a la vacuna contra el Covid-19 y lo mismo ocurrirá con los 3 millones de jornaleros que son menores de 60 años.

“El problema mayor es con los jornaleros que trabajan con productores pequeños, en ranchos, en viveros, que no tiene la infraestructura, ni la capacidad para acercar la vacuna a estos adultos mayores. Muchos de estas personas, incluso viajan con las familias de jornaleros, algunos, los de mayor edad, de más de 70 años, ya no para trabajar, sino apoyar en el cuidado de los niños, de sus nietos, de sus sobrinos, porque no hay guarderías, no hay escuelas, pero igual están al margen de cualquier posibilidad de vacunación”.

La socióloga y coordinadora del área del Derecho al Trabajo Decente, en el Centro de Estudios en Cooperación Internacional y Gestión Pública A.C. (CECIG) indico que la gran mayoría de la población jornalera que son adultos mayores y que están en proceso de movilidad, de migración en otros estados, están en el limbo, no existen, a diferencia de lo que ocurre con los migrantes mexicanos que trabajan en los campos agrícolas de Estados Unidos, sobre todo de California o en Canadá, donde si están siendo vacunados al margen de su estatus migratorio, porque allá si se les reconoce como esenciales.

Explicó que esta fuerza laboral, indispensable en la producción de alimentos en México, en abril y mayo empezará la temporada agrícola en la zona Centro-Bajío del país, es decir en Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, San Luis Potosí, donde ya están vacunado a los adultos mayores de zonas rurales y marginadas, por lo que cuando lleguen los jornaleros, ya no habrá vacunas o se habrá terminado el proceso para esas edades de la población.

“Hubo contagios y muertes entre los jornaleros agrícolas por Covid-19, si bien no fueron masivos, si hubo decesos y enfermos en diversos estados como Zacatecas, Sinaloa, en Baja California Sur, con casos de 30 o 40 trabajadores solo rancho o empresa. Sabemos de personas que murieron, pero ni siquiera no hay un monitoreo por parte de la Secretaría de Salud a nivel federal o de los estados. No hay datos oficiales, no existen para la estadística nacional”, dijo Margarita Nemesio.

En la montaña de Guerrero, muchas familias que dependían de las remesas de sus familiares en Nueva York dejaron de recibirlas ante la crisis sanitaria y económica que azotó la ciudad y Estados Unidos. Aunado a ello, las alzas en los precios de los productos básicos, así como las dificultades para los pequeños productores para vender en los mercados, agravaron la crisis económica permanente que viven las comunidades. Ante ello, se ha registrado un aumento significativo de la migración agrícola al norte del país.

www.theexodo.com

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