julio 26, 2024 10:01 pm

TAL CUAL

LOS ENGAÑOS “SOÑADORES” DE LOS “DREAMERS” EN MEXICO

Luis Carlos Rodríguez González

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin al plan de alivio migratorio conocido como DACA, que ha protegido de la deportación a 800 mil jóvenes indocumentados, pondrá a prueba el engaño y los sueños de los supuestos programas instrumentados en México para recibir a los eventuales deportados de esa nación.

Líderes empresariales, demócratas, amplios sectores de republicanos, han solicitado a Trump mantener vigente el DACA, un programa que promulgó en 2012 el entonces presidente Barack Obama y gracias al cual 800 mil jóvenes indocumentados, la mayoría mexicanos, han podido frenar su expulsión, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.

Hace unos días el secretario de Educación, Aurelio Nuño, anunció que en los llamados “dreamers” que están retornando a México podrán concursar por una de las mil 200 plazas docentes para ser profesores de inglés en nuestro país.

“Los procesos de examen, de evaluaciones se harán en las siguientes semanas. Por supuesto todos los mexicanos que están regresando de Estados Unidos serán bienvenidos para que participen”, dijo el funcionario quien recordó que antes de contratarlos los “dreamers” tienen que sortear tres exámenes: conocimientos del idioma inglés de la Universidad de Cambridge; examen para ser maestro de inglés de la Universidad de Cambridge y finalmente el examen de ingreso del servicio profesional docente.

En serio, 1,200 plazas para una eventual oleada de cientos de miles de jóvenes que nacieron en México, emigraron con sus padres a Estados Unidos cuando eran niños y ahora están a punto de ser deportados.

Esa es la respuesta del Estado mexicano a la crisis que viene. Ello, sin contar que la mayoría de estos jóvenes profesionistas o estudiantes no tienen conocimiento del sistema educativo mexicano y aunque hablen un perfecto inglés y muchos de ellos tengan altos grados académicos y experiencia labotal, ello no les garantiza ganar una plaza.

El programa “Educación Sin Fronteras” anunciado hace unas semanas por el presidente Enrique Peña y el propio suspirante presidencial, Aurelio Nuño, tiene otras medidas como la instalación de de módulos en 11 puntos de repatriación de la frontera y las reformas a la Ley General de Educación, que buscan revalidar estudios en México a los “dreamers”.

Pero si para los jóvenes mexicanos que viven aquí no hay espacios suficientes en la educación media superior y superior, de dónde se van a crear esas nuevas aulas. Ya se les olvidó que la UNAM y el IPN dejan sin lugar cada año a cientos de miles de estudiantes por falta de infraestructura y de maestros.

Los “dreamers” deportados o que regresan por voluntad propia de hecho ya están siendo contratados por empresas privadas de marketing y ventas. Obviamente, como se acostumbra y se permite en México, con sueldos miserables y peores prestaciones.

No sólo es desde el Ejecutivo Federal donde se han hechos estas promesas soñadoras. También desde el Senado hay quienes han lucrado con el tema. Legisladores de todos los partidos e independientes se han “placeado” y han utilizado a los “dreamers” para justificar sus constantes viajes a Estados Unidos y se han desgarrado las vestiduras para defender su causa. Al final, demagogia pura. Tal Cual. www.theexodo.com

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