diciembre 4, 2024 8:51 pm

Luis Carlos Rodriguez González/The Exodo

Bebés y niños acribillados por sicarios en medio de la lucha por los territorios, adolescentes de escuelas secundarias de Guerrero o Sinaloa que son “levantados” por los cárteles para obligarlos sumarse a labores de sicariato, siembra y producción de droga” o como “halcones”, todo ello en medio de la impunidad, forman parte de los “daños colaterales” de la inacabada guerra contra el narco que ha dejado desde 2015 a la fecha a 4 mil 299 menores asesinados y 30 mil que forman parte del crimen organizado.

Las tristes imágenes e historias de menores, casi bebés, asesinados por el crimen organizado hace unos días en Minatitlán, Veracruz, así como en Cuautla, Morelos, las balacera en Tabasco donde hieren a niñas es la evidencia que la guerra de los cárteles de la droga y su lucha por el control de territorios y plazas en el país no respeta, no se detiene aún con la presencia de menores.

El director de Semáforo Delictivo, Santiago Roel consideró que casos como Minatitlán y Cuautla, donde sicarios asesinaros a familias, incluidos niños y mujeres, evidencian los niveles de violencia en el país. “Cada vez hay menos códigos de honor porque hay más competencia feroz en el tema del narcomenudeo entre los cárteles”.

De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), de 2015 a la fecha al menos 4 mil 299 niños, niñas y adolescentes han sido asesinados. Sumado a que cada mes en promedio al menos mil 92 menores de edad son víctimas de lesiones graves que requirieren atención hospitalaria.

Juan Martín Pérez, presidente de Redim, detalló que de los 4 mil 299 menores que fueron víctimas de homicidio doloso desde 2015 a marzo del presente año, al menos 8 de 10 casos eran varones.

Sumado a que al menos 285 niños, niñas y adolescentes han sido asesinados en México, tan solo en el primer trimestre de 2019. “Es decir, diariamente 3 niños, niñas y adolescentes son asesinados en promedio en México”, apuntó.

Asimismo el estado de Chihuahua concentra el mayor número de menores de edad víctimas de una muerte violenta con un total de 507 casos, de los cuales, 438 eran varones y 69 mujeres; le sigue el Estado de México con 424 casos; Guerrero, 343; Guanajuato, con 318, y Jalisco con 247.

De acuerdo a estudios del Redim los niños y adolescentes que viven en zonas con alta presencia de los cárteles como los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero o el Estado de México, tienen 30 por ciento más de posibilidades de ser asesinados.

Asimismo los cárteles de la droga, además de tener ahora como objetivo para sus venganzas y amenazas a las mujeres, los niños y adolescentes, también tienen una estrategia para secuestrar o “levantar” menores en zonas rurales de estados como Guerrero, Veracruz, Sinaloa o Jalisco, entre otros, para utilizarlos en la maquinaria del crimen, lo mismo como sicarios, “burreros”, “halcones” o en la cadena de producción, cultivo y cosecha de drogas.

Ello porque la edad de imputabilidad penal en México país aplica a partir de los 18 años, por lo que el crimen organizado los utiliza, los recluta a fuerzas antes de que sean mayores de edad y evitan con ello que puedan ser detenidos por largos periodos.

Un informe del 2015 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que en nuestro país se estima que por lo menos 30,000 niños y adolescentes menores de 18 años que cooperan activamente con la delincuencia organizada en actividades que van desde la extorsión y el tráfico de personas hasta la piratería y el narcotráfico.

Se añade que entre los 9 y 10 años los niños empiezan a tener actividades criminales como traficantes de drogas, armas o de personas. También son usados para realizar asaltos, agresiones y secuestros.

Respecto al tráfico de tráfico de personas, cuando tienen esta edad los niños son los encargados de informar a los grupos criminales sobre los movimientos de la policía fronteriza y el número de migrantes que viajan en los trenes que los llevan a distintos puntos de cruce. Son conocidos como “polleritos”.

Asimismo la CIDH añade que los menos en México a partir de los 12 años de edad son usados por los cárteles de la droga para cuidar las casas de seguridad y cuando cumplen los 16 años se les encomiendan tareas más violentas, como sicarios.

L respecto, el director de Redim, Juan Martín Pérez, comentó que en Sinaloa necesitan a los menores, muchas de ellas niñas, para esclavizarlos y hacer levantamiento de mariguana, a los niños en Guerrero los necesitan para raspar el bulbo de la amapola.

De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), de 2006 a 2017 sumaron 11 mil los niños, niñas y adolescentes asesinados y 6 mil 800 los desaparecidos en el contexto de la lucha contra el crimen organizado.

www.theexodo.com

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