El programa Quédate en México y los estragos de la pandemia del Covid-19 en México, Centroamérica y otros países detonó el éxodo migratorio hacia a Estados Unidos, nación que no cambio la política de detenciones y deportaciones masivas que en el mes de julio rompió el récord de 200 mil deportados, la inmensa mayoría mexicanos.
De acuerdo a informes del Departamento de Estado de Estados Unidos, en julio se detuvieron cerca de 210 mil migrantes en la frontera, de ellos casi 19 mil menores de edad. Cifras récord de detenciones en dos décadas. En junio de este 2021 fueron un total de 188 mil 828 los detenidos.
Al respecto, activistas y organizaciones de defensa de migrantes de los dos países, otro detonante del aumento de cruces fronterizos, muertes y deportaciones fue el Programa Quédate en México, impulsado por el entonces presidente Donald Trump y avalado por sus homólogos mexicanos Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
La pandemia, la violencia creciente en México y Centroamérica y las condiciones en que tenía México a los migrantes y solicitantes de asilo en casas de campaña, a la intemperie eran horribles, sin agua, sin salud, con el virus de la pandemia del Covid-19, sin dinero, sin comida, lo que obligó a cientos a cruzar la frontera, derivando en desapariciones y muertes”, señala un informe de Colibrí Center for Human Rights.
“Recibimos bastantes reportes, vimos casos de personas fallecidas en esas circunstancias que les dieron una ficha de espera muy larga, seis meses o un año, en el programa Quédate en México y seguramente se desesperaron y cruzaron la frontera por el desierto”, se añade.
La organización Fronteras Compasivas expuso que entre enero y junio del 2021 se han registrado un total de 127 fallecimientos en la frontera de Arizona con México, lo cual vaticina que este año se supere la cifra de 227 del año pasado, ambos en plena pandemia y que es la mas alta en la última década.
Mirza Monterroso, directora del Programa de Migrantes Desaparecidos y Programa de ADN del Colibrí Center for Human Rights, dijo a The Exodo que a pesar de la pandemia en 2020 y 2021 no se ha detenido el flujo migratorio y por el contrario hay un incremento en los cruces, pero también en las desapariciones y muertes.
Dijo que otro tema que detonó los cruces en este 2021 fue el arribo a la presidente de Joe Biden
Indicó que marzo del 2020, cuando inició la pandemia del Covid-19 a la fecha, se tiene registrados más de 256 reportes de personas, de migrantes que desaparecieron al intentar cruzar la frontera. De esos 161 son mexicanos, es decir casi el 70 por ciento.
“Es una cifra muy alta porque el promedio anual es de 150 reportes de desaparecidos, lo cual indica que mucha gente esta desesperada por cruzar, que muchos migrantes que están bajo el esquema de Quédate en México ya no tienen opciones ante el abandono en que se encuentran en la frontera de México”, apuntó.
Agregó que en esta tragedia humanitaria por el embudo de la muerte que significa cruzar por el desierto de Arizona, el 10 por ciento de los desaparecidos son mujeres, con un total de 29 reportes.
Indicó que las Oficinas del Sheriff, Patrulla Fronteriza, grupos de rescate encuentran al año unos 200 o 250 restos humanos anuales, ello sólo en la frontera del sur de Arizona. El año pasado, es decir en plena pandemia, se encontraron 227 restos humanos. Lo grave es que la mayor parte de los grupos de rescate no trabajaron por la emergencia sanitaria, por lo que la cifra puede ser mucho mayor.
Recordó que en el Forense de Pima, Arizona, hay más 1,200 restos humanos de migrantes que intentaron cruzar por el desierto de Arizona en espera de ser identificados y que han sido encontrados en poco más de una década, lo cual muestra la dimensión del riesgo de cruzar por esta frontera mortal.
Dijo que se identifican en el Forense de Pima al año entre 25 y 40 restos al año. La semana pasada se tuvieron 11 identificaciones, lo que muestra el aumento de cruces y muertes.
Asimismo, junio fue el peor en cuestión de hallazgos de migrantes muertos con más de 40 cuerpos, ello sólo en el sur de Arizona. Es decir, sin contar los fallecidos en las fronteras de California, Texas o Nuevo México, concluyó la arqueóloga en ciencias forenses de origen guatemalteco.
