julio 26, 2024 9:01 pm

“Pero nosotros no podemos aceptar intervenciones groseras de gobiernos extranjeros, no podemos admitir lo que en 1848 sucedió con el tratado de Guadalupe, cuando perdimos más de la mitad del territorio nacional y que nos invadió Estados Unidos; esas etapas están superadas y no regresarán”.  

Ricardo Monreal enfatizó que no se puede admitir que en la Unión Americana se propongan leyes extraterritoriales para que se apliquen en México y que el Ejército de ese país combata a grupos criminales en nuestro territorio.

“Eso sería simple y sencillamente inadmisible, una decisión bárbara”, una acción carente de diplomacia, producto de “la fuerza bruta o la fuerza unilateral en la que no creemos”.

“Por eso, “rechazamos tajantemente las expresiones de congresistas norteamericanos republicanos, que a la sombra o al ánimo del proceso electoral, como retórica electorera, usan” a nuestro país.  

En el documento, Monreal Ávila aseguró que la epidemia de opioides está estrechamente ligada con la disponibilidad de medicamentos, supuestamente controlados, que generan adicción y un gran riesgo de sobredosis, entre los que se encuentra, la oxicodona, comercializada por Purdue Pharma con el nombre OxyContin.

Refirió que la presencia de oxicodona en el mercado legal, la publicidad falsa en torno a su seguridad y potencial de adicción, además de la falta de un programa eficaz para evitar que los medicamentos llegaran al mercado negro, se combinaron con la poca vigilancia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.

Señaló que el panorama actual de la crisis de opioides está fuertemente influido por el caso de Purdue Pharma, pues la venta prácticamente indiscriminada de un producto altamente adictivo, generó en el público una dependencia de los productos derivados del opio que hoy explica la alta demanda del fentanilo.

En la actualidad, advirtió, el mercado negro utiliza el fentanilo principalmente para “cortar” otras sustancias, como la heroína o la cocaína, pues al tratarse de una droga más barata, adictiva y potente, genera una mayor dependencia con mayores márgenes de ganancia.

Indicó que existen consumidores de drogas que no necesariamente buscan el fentanilo, pero éste es distribuido en otras sustancias, lo que aumenta en gran medida el riesgo de sobredosis.

Ricardo Monreal refirió que, de acuerdo con estadísticas del Pacific Northwest National Laboratory, de Estados Unidos, entre 1999 y 2011 se cuadruplicaron en ese país las muertes relacionadas con opioides, pero a partir de 2013 las cifras se dispararon en una proporción mayor.

Además, se estima que en 2020, alrededor de cien mil personas murieron por sobredosis sólo en Estados Unidos.

Consideró que en México y Estados Unidos no sólo existen los riesgos asociados con el consumo de la sustancia, sino que la demanda por fentanilo también ha generado un mercado negro y una actividad cada vez más grande para los cárteles del crimen organizado de ambos países, con la consecuente agudización de la violencia que ejercen.

La epidemia de opioides, puntualizó, es uno de los grandes retos de salud pública que enfrenta el mundo y la región de Norteamérica, aunado a que las víctimas mortales por sobredosis de estas sustancias se acumulan cada día, y entre ellas el fentanilo representa la de mayor riesgo por su potencia, pues se estima que es entre 50 y 100 veces más poderosa que la morfina.

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