diciembre 2, 2024 5:57 am


The Exodo
En 2023 en México al menos 196 mil personas huyeron de sus lugares de origen a causa de fenómenos naturales como el huracán Otis y otros, así como inundaciones, deslaves, lluvias torrenciales que derivan, casi por siempre por la negligencia y pasividad de los gobiernos, en tragedias,
El Informe Global sobre Desplazamiento Interno 2024, elaborado por el Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), en el 2023, se registraron 196,000 desplazamientos internos por desastres en todo el país.
El diario El Economista expuso que de acuerdo Organización Internacional para las Migraciones determina que la migración climática es el movimiento de una o más personas por razones de modificación súbita o progresiva en el medio ambiente debido al cambio climático. De esta forma, la población se ve obligada a abandonar su lugar de residencia, ya sea temporal o permanentemente, por supervivencia.
“En México, los desplazados internos por estas condiciones suelen reubicarse en las principales metrópolis; sin embargo, esta tendencia supone otro desafío ante el crecimiento insostenible, sin planificación y los escenarios de crisis hídrica en las urbes”.
Un estudio publicado por el Mayors Migration Council, titulado “Climate Migration in Mexican and Central American Cities 2022”, arrojó que, de no contar con estrategias de planificación urbana y políticas ambientales, países como México podría llegar a tener hasta 8 millones de migrantes climáticos trasladándose la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, en el 2050.

“Además, es importante tomar en cuenta que el mencionado crecimiento urbano tiende a producirse en zonas periféricas que actualmente están desatendidas, no planificadas y en alto riesgo de sufrir estos impactos climáticos”, destaca una publicación de la OIM.

Al respecto, Úrsula Oswald Spring, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, insistió en que es necesario el ordenamiento territorial para proteger a la población ante el aumento de los eventos naturales extremos.

“Solo en la Ciudad de México, estamos hablando de alrededor de 52 millones de personas afectadas; en donde los bosques de agua se han llenado de cemento y viviendas, abatiendo acuíferos y ríos”, comentó la especialista.