noviembre 21, 2024 6:44 am

Luis Carlos Rodríguez

Que tan grave debe ser la situación en Chiapas para que los tradicionales flujos migratorios de Centroamérica hacia México, con la ruta para llegar a Estados Unidos, hayan cambiado en los últimos meses y ahora el flujo de personas, de mexicanos, sea para huir de nuestro país y buscar refugio a Guatemala.

Es tanto como si cientos o miles de estadounidenses estuvieran huyendo de la violencia, pero sobre todo de la impunidad, de la ingobernabilidad, de los abrazos a criminales por parte del gobierno de Joe Biden o cualquier otro mandatario.

Acá en México el tema se ha minimizado por parte del gobierno federal y estatal. Se trata sólo de cientos o un millar en esa situación. Sin embargo, no son los únicos que huyen de la violencia. Hay cifras que hablan de más de 400 mil mexicanos que en las últimas dos décadas dejaron sus casas, sus pueblos, sus colonias, sus estados y hasta el país para huir de la violencia, del cobro de piso, de asesinatos de familiares.

Lo hemos visto en Tijuana, en albergues que eran para migrantes y que actualmente son ocupadas por las viudas y los huérfanos víctimas del narco, de los cárteles, pero sobre todo del abandono del Estado mexicano. No son migrantes, como se pretende englobarlos, son personas que están buscando asilo en Estados Unidos porque no pueden regresar a sus pueblos, sería una sentencia de muerte.

Por eso, el tema de los mexicanos que huyen de Chiapas a Guatemala es emblemáticamente grave. Nos expone cómo el narco manda, grita, ordena a sus mexicanos, de los sectores más pobres del país, que aquí son los primeros, pero en huir por la puerta sur hacia una nación hermana, con más rezagos, pero que por lo menos los protege del crimen.

Apenas hace unos meses nos tocó ver las balsas en el Suchiate cargadas con mercancía ante México y Guatemala, así como el flujo de familias venezolanas, salvadoreñas, cubanas y colombianas que llegaban a México con la esperanza de cruzar hacia Estados Unidos.

Hoy, el panorama es distinto. Albergues guatemaltecos en la frontera han reportado grupos de cientos que están cruzando el Suchiate o por los puentes fronterizos para buscar salvar sus vidas ante el acecho de los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa

El Gobierno Mexicano poco o nada ha dicho, ni de apoyar a estos refugiados, ni mucho de combatir a los cárteles de la droga, para eso están los operativos de Estados Unidos que vienen por los Chapitos o por El Mayo. Acá, a los chiapanecos, pero también a los michoacanos, guanajuatenses, guerrerenses y de otros estados que huyen a la frontera norte, les toca escuchar los otros datos y esperar mejores tiempos, si es que llegan. Tal Cual.