Luis Carlos Rodríguez
Una persona desaparece cada 40 minutos en México, las publicaciones en redes sociales, sobre todo en Facebook de adolescentes, jovencitas y niños que como por arte de magia no regresaron a sus casas ya son ya parte del panorama diario.
Mensajes desesperados de madres, de familiares para compartir, para ayudar a su búsqueda, pero en México no pasa nada, eso no importa, “vamos requeté bien”, nos dicen.
No son 10,000 personas, con los sé que podría llenar un estadio futbol de provincia, ni 20,000, es más ni 100,000 con los que se retacarían en las gradas y en la cancha del Estadio Azteca a las personas, a las niñas, a las jóvenes, a los muchachos, incluso a la gente en edad productiva que de pronto salieron de su casa a la escuela, al trabajo, a jugar y no volvieron.
En este sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, que en esta semana rendirá su Sexto Informe de Gobierno, esos datos como esos miles, tampoco aparecen.
No importan para su política de seguridad, de abrazos y no balazos, de militarización, las más de 115,000 personas, con nombre, apellido, un rostro, una familia, una historia que han desaparecido en lo que va de su gobierno.
115,000 personas. Eso significa de acuerdo a la Fundación para la Justicia que en promedio, al menos uno de cada 207 hogares en México tiene a una persona desaparecida, una silla vacía y un dolor que no acaba.
Es la herencia que deja el gobierno saliente de López Obrador a la Presidenta electa, y una crisis forense que no ha sido superada.
Parecen sólo números, como las cifras alegres que se presentaran en la mañanera, pero no lo son. En lo que va de 2024 se han registrado 8,320 personas desaparecidas, es decir, en promedio en México desaparece una persona cada 40 minutos, de acuerdo con los propios datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNL) de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
La fundación advierte que de entre las víctimas nos alarma el grave aumento de desapariciones de personas extranjeras, el cual se ha disparado de menos de 10 al año hasta antes del año 2000 a cerca de 1,000 desapariciones en los últimos tres años, según las cifras oficiales.
Son en su mayoría migrantes que buscan rutas alternas a la militarización de las rutas y caen en manos de los cárteles. Eso no se dirá en el informe presidencial. Para 2024 esta tendencia va al alza, toda vez que en el 1er semestre de 2023 se registraron 233 personas extranjeras desaparecidas y en el mismo periodo de 2024 aumentó 20%, al llegar a 280.
Y lo peor de todo ello es que son las madres buscadoras quienes en prácticamente todo el país están con una pala, con sus manos, rascando en fosas clandestinas para encontrar los restos de sus hijos, nietos, esposos. En Palacio Nacional se han burlado de ellas, las han despreciado, en más han desaparecido a miles de desaparecidos de las listas oficiales. No existen es politiquería, les dicen. Tal Cual.
