noviembre 21, 2024 6:58 am

TAL CUAL

TRUMP NO ES EL CULPABLE

Luis Carlos Rodríguez González

No nos equivoquemos. Donald Trump no es el culpable de que 11 millones de mexicanos hayan emigrado a Estados Unidos sin documentos y por azares de la democracia de esa nación y la xenofobia e ignorancia de su próximo presidente se encuentren en este momento bajo la amenaza de perder trabajo, patrimonio, la separación de sus familias, la persecución, encarcelamiento y deportación.

No se trata de defender o justificar al magnate que se ha referido a nuestros paisanos que viven en esa nación como delincuentes, violadores o traficantes de droga. Simplemente repartir las responsabilidades y culpas correspondientes a los gobiernos y sistema económico en México que han provocado por décadas el éxodo de mano de obra a Estados Unidos.

Desde hace por lo menos tres décadas el desempleo, el empobrecimiento de más de la mitad de la población, la falta de movilidad social y más recientemente la violencia en grandes regiones del país, todo ello ante la pasividad, corrupción, grandes negocios al amparo de gobernadores, alcaldes y funcionarios federales, han sido el detonante del éxodo de mexicanos al vecino país del norte.

Fue el “Error de Diciembre” en 1994 con responsabilidad compartida de los entonces presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, que derivó una devaluación del peso, privilegió que un puñado de empresarios y políticos se convirtieran en nuevos millonarios y que millones de mexicanos de la entonces clase media se quedaran endeudados con la banca, sin empleos, sin negocios, sin casa y que engrosaron las estadísticas de la pobreza y de la migración.

También fue el entonces presidente José López Portillo, quien prometió administrar la riqueza petrolera y defender “el peso como un perro”. Al final de su gobierno, en 1982, impregnado de corrupción y endeudamiento externo similar a la que se ha tenido en los últimos tres sexenios, devaluó el peso en más de 400 por ciento al pasar de 22 a 70 pesos por dólar.

Sin olvidar la “Renovación Moral” de Miguel de la Madrid, cuando la deuda externa pasó de 9 mil 400 millones de dólares a 185 mil millones.

Vendrían los tiempos de Vicente Fox y su Pareja Presidencial, Martha Sahagún, con toda la parentela metida a los negocios al amparo del poder. Con altos precios del petróleo todos los ingresos se dilapidaron en burocracia, excesos, desvío de recursos sociales a campañas electorales, viajes al extranjero.

El presidente de la transición emanado del PAN inició su gobierno con 40 millones de pobres en México y lo concluyó, a pesar de los altos ingresos vía el petróleo, con más de 53 millones en la marginación.

Felipe Calderón Hinojosa, además de seguir por la ruta del empobrecimiento de mexicanos. El calderonismo “haiga sido como haiga sido” aumentó en 15.9 millones más el número de pobres en el país de los que le había heredado Fox.

La fallida Guerra contra el Narcotráfico de Calderón también fomentó el éxodo de más de 250 mil mexicanos a Estados Unidos y otros estados del país. Lo mismo empresarios, profesionistas, médicos, estudiantes y familias enteras de Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Coahuila, entre otros estados, que se convirtieron en “daños colaterales” del gobierno panista.

El actual sexenio, encabezado por Enrique Peña Nieto, también tiene su dosis de responsabilidad. En los cuatro años de gobierno con todo y las reformas estructurales aprobadas, con un débil crecimiento económico, el aumento de las tarifas de energía eléctrica y gasolinas es la constante.

La cotización del peso pasó de 12 unidades por dólar en 2012 a los 21 pesos por la divisa extranjera esta semana, con todo lo que ello significa en aumento de precios de productos básicos, pérdida del poder adquisitivo. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza en México aumentó en dos millones de personas entre 2012 y 2014, al pasar de 53.3 millones de personas.

Los negocios al amparo del poder siguen junto con los escándalos de empresas y constructoras amigas, gobernadores corruptos que escapan. Todo ello fomentando que el 1 por ciento de la población concentre el 21 por ciento del ingreso total.

La violencia no para. Persisten las altas cifras de homicidios e ingobernabilidad en grandes regiones del país y con ello el éxodo de mexicanos que huyen de varios estados rumbo al vecino país del norte y otras entidades. Todo ello aunque se repita la falacia que ya no hay migración a Estados Unidos.

Trump no es el responsable de este ya histórico, pero también cotidiano éxodo de mexicanos a Estados Unidos en busca de empleos bien pagados, no los 73 pesos de salario mínimo que actualmente equivalen a poco más de 3 dólares. Son los altos impuestos, es la inseguridad, la violencia, la ingobernabilidad, el aumento de la pobreza, las tarifas eléctricas. Y todo ello tiene nombre y apellido: nuestros gobernantes y políticos de todos los colores. Tal Cual. www.theexodo.com

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