TAL CUAL
¡NO TIENEN MADRE!
Luis Carlos Rodríguez González
El día de la marcha para protestar en contra del asesinato Lesvy Berlín Orozco Martínez en Ciudad Universitaria de la UNAM, en el estacionamiento que está frente a Rectoría, presencie una escena que expone el nivel de violencia y de misoginia que existe en el trato en contra de las estudiantes, no sólo en la máxima casa de estudios del país, sino en general en el ámbito académico.
“Eres una perr….dale a la derecha. No seas pende…que me vas a atropellar estúpida”. Fue parte las palabras de un estudiante a su novia, pareja o compañera de clase, cuando ella maniobraba el automóvil para salir del estacionamiento.
Ya había escuchado a alumnas y alumnos de secundaria expresarse en términos similares entre ellos, como parte del lenguaje cotidiano, como parte del saludo con ofensas, con palabras humillantes. Creí que en a nivel universitario y más tratándose de la UNAM, esa violencia se diluía o por lo menos no era exhibida tan públicamente entre los estudiantes.
Horas después se realizó la marcha para protestar por el asesinato de la estudiante de 22 años, Lesvy Berlín Orozco, quien fue encontrada muerta dentro del campus hace unos días y cuya investigación a cargo de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, que encabeza Rodolfo Ríos, nos muestra que la misoginia, violencia y estupidez también permea entre los encargados de investigar y presuntamente hacer justicia en la capital del país.
Después de unas horas de iniciada la investigación, el procurador Rodolfo Ríos emitió mensajes en su cuenta de Twitter donde expuso sobre el crimen de Lesvy que: “su madre y novio aseguraron que ella ya no estudiaba desde 2014, y dejó sus clases en CCH Sur, donde debía materias”.
Asimismo que “el día de los hechos, la pareja se reunió con varios amigos en CU, donde estuvieron alcoholizándose y drogándose”.
Es decir, el gobierno de Miguel Angel Mancera, en donde en los cinco años de su administración se han registrado casi 300 feminicidios, en lugar de dar con los responsables del crimen, los justifica y estigmatiza a la víctima al señalar que por no ir a clases y tomar bebidas alcohólicas la habían asesinado.
¡Qué poca madre! Por eso tenemos una Ciudad de México hipócritamente pintada de rosa en sus taxis y autobuses, con una supuesta equidad de género, pero teñida de rojo en asaltos, en aumento de la violencia, en crímenes. Una procuraduría que maquilla las estadísticas y se inventan las carpetas de investigación, con una policía y Ministerios Públicos corruptos que no investigan y que sólo fabrican culpables a través de Twitter.
De inmediato en las redes sociales y luego de los misóginos y estúpidos mensaje de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, con el #SiMeMatan, cientos de estudiantes, casi todas mujeres, enviaron twits de repudio a lo dicho por esa dependencia y exponiendo que la
forma de vestir, el caminar sola por la ciudad o tomar una cerveza, son justificantes para el gobierno de Mancera para que las asesinen.
No cabe duda. Ni en el país, ni mucho menos en la Ciudad de México, a ninguna autoridad ya le interesa nada. Pueden asesinar a un bebé y violar a su madre y hermana en la Autopista México-Puebla y nada pasa. No hay detenidos, no hay investigación. Todos están en campaña y más vale culpar a las víctimas de sus propios dramas que hacer justicia. ¡No tienen madre! Tal Cual. www.theexodo.com