TAL CUAL
Luis Carlos Rodríguez González
Estamos inmersos, bombardeados, pero también ávidos de banalidades. Lo mismo una mancha en el cuello del presidente Enrique Peña Nieto, que es una dermatitis, una enfermedad más grave, que es una escoriación que se la maquillaron y se infectó o hasta un “chupetón”.
O bien si el grupo que le tocó a la Selección Mexicana de Futbol es el más difícil, con encuestas en las televisoras preguntando a los televidentes qué opinan de la suerte que tendrá el representativo nacional en Rusia 2018.
También inmersos en lo burdo de como una aspirante a la candidatura presidencial del PRI -Ivonne Ortega- concluye su show y su supuesta “rebeldía” para apoyar incondicionalmente al ungido con el “dedazo” presidencial, José Antonio Meade y de pasó le regala un millón y medio de firmas de apoyo, como en los viejos tiempos del voto corporativo.
O peor aún, notas donde aparece la esposa de Andrés Manuel López Obrador -Beatriz Gutiérrez-cantando una de Silvio Rodríguez o perfiles sobre la posible próxima primera dama del país, donde se hace una amplia biografía de la esposa del propio Meade, Juana Cuevas.
Estamos en vísperas del inicio del proceso electoral y del bombardeo mediático con millones de spots de candidatos y partidos. Pero parece que ya nadie se acuerda de las graves cifras que aquejan al país, que heredará el PRI y su gobierno a todos los mexicanos, pero también la grave situación de miles de habitantes de la Ciudad de México, de Oaxaca, Morelos y Chiapas damnificados por los sismos que siguen viviendo a la intemperie mientras que los Mancera, los Peña, los Graco, ya están haciendo “maletas” para dejar sus cargos.
Nos ocupamos de “El Chupetón” cuando este ha sido ya el sexenio más violento en la historia reciente del país, donde se superaron las cifras de homicidios e impunidad que nos dejó el gobierno de Felipe Calderón, quien ahora busca la reelección por la vía marital.
A nadie parece interesarle, sobre todo en el gobierno federal, que durante los primeros cinco años del gobierno de Enrique Peña Nieto, el número de niños y adolescentes desaparecidos ha sido tres veces más alto que la cifra registrada en todo el sexenio pasado: de mil 584 casos reportados entre 2006 y 2012 se pasó 4 mil 394 de 2013 a julio de este año.
Estamos inmersos en banalidades, en saber qué pasará en Rusia o que esposa del candidato canta mejor o está más bonita. Mientras tanto el país a la deriva, con la violencia y la corrupción
incendiando México por los cuatro costados, con el caso Odebrecht sin culpables, en pleno Año de Hidalgo para saquear aún más las arcas y aún peor, en tiempos electorales. Tal Cual. www.theexodo.com