diciembre 2, 2024 2:08 am

TAL CUALLuis Carlos Rodríguez González

La ceremonia del 1 de diciembre cuando Andrés Manuel López Obrador asuma el cargo de Presidente de México puede ser también la fecha que marque una ruptura con las organizaciones de migrantes y los millones de mexicanos que residen en Estados Unidos.

Y no es aún por el hecho del anuncio de alguna política que en materia migratoria por parte del tabasqueño, ni por recortes presupuestales a la protección consular o la creación de una eventual policía migratoria en México.

Simple y sencillamente porque en la lista de invitados especiales a la ceremonia en San Lázaro el nombre de Donald Trump estará incluido y lo que es peor, el magnate del pelo color naranja y quien ha calificado a los migrantes mexicanos y de otras nacionalidades como “animales”, “delincuentes” y “bad man”, podría asistir.

El pasado jueves 5 de julio, Andrés Manuel López Obrador declaró que uno de sus invitados a la toma de posesión sería Donald Trump. Hace unos días, el representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin, apuntó: “El presidente Trump quiere visitar a México en la toma de protesta, para él es importante estrechar más los lazos con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador”.

De inmediato, organizaciones de migrantes mexicanos que forman parte de la Coalición Binacional contra Donald Trump, anunciaron que preparan una carta pública en oposición a la presencia del mandatario estadunidense en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente.

María García, de la organización Binacional Migrantes Aztlán, dijo “Como migrante –porque no es lo mismo hablar que vivirlo– cuando has sido deportado, humillado, discriminado por racismo y xenofobia, no puedes decir: no pasa nada, que venga”.

Se trata de más de 10 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos y que de forma directa o indirecta han sufrido el acoso, racismo, beligerancia verbal, deportaciones de familiares, vecinos o conocidos, que no verán con buenos ojos que el llamado gobierno de la “Cuarta Transformación” tenga como invitado de honor a Donald Trump en México.

El próximo canciller, Marcelo Ebrard, puede convertirse en la nueva versión de Luis Videgaray y arropar a un personaje tan polémico como racista. Este será uno de los primeros retos del nuevo gobierno mexicano. Cómo quedar bien con el presidente del país más poderoso del mundo y no ofender a millones de paisanos que han sido denostados por Trump.

Tal vez un “comes y te vas” o “mejor ni vienes” sería una señal de fortaleza internacional y dignidad de López Obrador y un mensaje de que la defensa y protección de los migrantes va más allá de la retórica de la campaña electoral. Tal Cual. www.theexodo.com

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