TAL CUAL
SENADO ANTIINMIGRANTE
Luis Carlos Rodríguez González
El desprecio por la caravana migrante llegó hasta la mal llamada “más alta tribuna de la nación”. Con sus contadas y valiosas excepciones, de los senadores de Movimiento Ciudadano Verónica Delgadillo y Clemente Castañeda, a nadie le interesó debatir y aprobar un exhorto para exigir al gobierno mexicano se garantizarán los derechos humanos de los más de 6 mil migrantes hondureños que buscan cruzar por México.
Ni al PRI, que coordina Miguel Ángel Osorio Chong, ni a la mayoría de Morena, bajo la batuta de Ricardo Monreal, que con sus votos eran suficientes para hacer un llamado enérgico al presidente Enrique Peña Nieto a respetar las garantías de este éxodo, les pareció de “urgente resolución” el punto de acuerdo impulsado por la senadora Verónica Delgadillo.
Tal vez, en el caso de Morena, no se trate de no querer incomodar a Peña Nieto, que ya va de salida y ya prácticamente nadie le hace caso. El tema para Morena puede ser que no se quiere inquietar “ni con el pétalo de un exhorto” al gobierno de Donald Trump y a la luna de miel que vive en estos días con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Se extrañan las furibundas y severas críticas de los entonces senadores Layda Sansores y Alejandro Encinas, que despotricaban en tribuna por la detención de migrantes, el triste papel del Instituto Nacional de Migración y el uso de fuerzas federales para frenar a los centroamericanos. El nuevo Senado guardó silencio.
Han sido posturas tibias ante este fenómeno internacional que es parte de la agenda del Estado Mexicano que comparte sí con Estados Unidos, pero también con Centroamérica, por la crisis humanitaria y migratoria en la región. Tema que que no puede enviarse a la “congeladora” legislativa porque a los líderes del PRI y de Morena no les pareció de “urgente resolución” cuando ya miles de hondureños estaban cruzando el Suchiate.
Para tratar de remediar el tema, ambas bancadas enviaron sendos comunicados de prensa este fin de semana. Monreal para pronunciarse por una “migración humanitaria” y Osorio Chong a expresar “solidaridad” con la caravana migrante.
Si bien como dicen muchos los exhortos son “llamados a misa” tienen más peso que un boletín de prensa que busca remediar lo que no se atrevieron a debatir y aprobar en la sesión del pasado jueves para no incomodar a nadie.
La senadora jalisciense, Verónica Delgadillo, autora del punto de acuerdo “congelado” para mejor ocasión, caravana o rociada de gas lacrimógeno a los migrantes, lamentó que el PRI y Morena hayan dado la espalda a este éxodo.
“Hay un desdén, un claro desprecio por la caravana migrante. Se trata de 7 mil migrantes, la tercera parte de ellos niños, otra tercera parte mujeres y el resto hombres, la mayoría jóvenes que sólo buscan cruzar por México. Es grave el mensaje de un Senado que se niega a debatir, a ser solidario con estas personas”, dijo en entrevista con The Exodo.
Desde la frontera sur, donde viajó la senadora por Movimiento Ciudadano, dijo que contraria a la postura tibia del Senado, hay grandes sectores de la población que se están movilizando para apoyar con alimentos y albergues a los migrantes. Así como destacó la labor del personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para verificar que no se violen las garantías de los hondureños.
Es tal el desdén del Senado de la República por el tema migratorio que se repitió la fórmula de la pasada Legislatura cuando le dieron la presidencia de la Comisión de Asuntos Migratorios a la deportista, Ana Gabriela Guevara, que no sabía, ni nunca supo, un ápice del tema.
Ahora se le otorgó dicha comisión al neo morenista y tijuanense Jaime Bonilla Valdez. Empresario maquilador, tal vez porque ha hecho de la migración en Baja California un buen negocio al contratarlos como mano de obra y cuyo mayor mérito político es su cercanía con el presidente electo y compartir su afición por el beisbol. Pobres migrantes. Tal Cual.
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