noviembre 21, 2024 9:28 am

FOTO: RUBEN FIGUEROA

TAL CUAL

NIÑOS MIGRANTES MUEREN DETENIDOS EN LOS DOS LADOS DEL RIO BRAVO

Luis Carlos Rodríguez González

Hace menos de un año, en el marco de la agudización de la crisis de niños migrantes mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos, donde se instrumentó una política de cero tolerancia, se separó a familias, se confinó a menores, incluso bebés en bodegas convertidas en cárceles, en condiciones infrahumanas, en México todos, gobierno, sociedad, organizaciones no gubernamentales y clase política, repudiaron esta situación.

Las imágenes de menores enjaulados, cobijados con hules, los casos denunciados de abusos físicos e incluso sexuales contra ellos por parte de custodios, dieron la vuelta al mundo, repudiando las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump.

Sin embargo, la muerte en centros de detención en Estados Unidos de los tres niños -Jakelin Caal Maquin, Mariee Juárez y Felipe Gómez Alonso- de nacionalidad guatemalteca, fueron los casos más visibles de una política inhumana, racista, antiinmigrante y que viola todas las Convenciones Internacionales en materia de los Derechos de los Niños.

Hoy tristemente México empieza a dar muestras que no sólo son las redadas, detenciones a pie de carretera, el encierro en estaciones migratorias y las deportaciones masivas de centroamericanos y caribeños lo que no está asemejando a Estados Unidos en sus políticas migratorias.

Podemos decir que los gobiernos de Estados Unidos y México tiene mucho en común en el trato a la niñez migrante. La muerte de una niña guatemalteca de 10 años, la cual estaba en proceso de deportación junto con su madre, falleció la noche del miércoles en el Hospital Pediátrico de la Ciudad de México, después de pasar dos días detenida en la Estación Migratoria de Iztapalapa.

“Se ha informado a las autoridades consulares de Guatemala de este doloroso hecho y se están haciendo las investigaciones que correspondan para determinar las causas que provocaron el deceso”, expuso escuetamente en un boletín el Instituto Nacional de Migración (INM).

Según el INM la niña y su madre habían sido trasladadas en autobús desde el estado de Chihuahua. “Al momento de su llegada, fue atendida por el médico de guardia debido a molestias en la garganta”. Al margen de las investigaciones que se realicen, que seguramente no encontrarán a ningún responsable, organizaciones defensoras de migrantes lamentaron el nuevo papel de México como “gendarme migratorio de Estados Unidos.

“La muerte de esta niña es resultado de las actuales políticas migratorias en México”, dijo el vocero del Movimiento Migrante Mesoamericano, Rubén Figueroa.

Por su parte, Martín Pérez García, director ejecutivo dela Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) ha denunciado las redadas en contra de mujeres y niños migrantes en el país. “Es ofensiva en sí misma y violenta todos los derechos y tratados internacionales porque estamos hablando de poblaciones que están huyendo de la violencia y que están buscando refugio”.

El Instituto Nacional de Migración (INM), que antes de iniciado el gobierno propusieron desaparecerlo políticos como el actual Subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Alejandro Encinas, deportó a 22 mil 614 personas entre enero y marzo de este año, el 97 por ciento de las cuales provenía de Centroamérica.

De estos migrantes 5 mil 997 eran menores de edad. Además 3 mil 196 tenían menos de 11 años- Es decir México deportó a 67 niños por día. Mejor record que los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump con todo y su “Border Patrol”. Tal Cual.

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