Es el panteón más grande de migrantes del mundo y fue creado por al Álvaro Enciso, artista colombiano que emigró a Estados Unidos y quien en los últimos años ha colocado más de 1,200 cruces en el desierto de Sonora-Arizona para recordar a los más de 4 mil mexicanos, centroamericanos, sudamericanos o personas de cualquier país que fallecieron en busca del mal llamado “sueño americano”.
Donde Mueren los Sueños, se llama su obra inacabada porque diariamente cientos de migrantes cruzan este embudo de la muerte llamado desierto y muchos terminan perdidos, deshidratados, mordidos por serpientes y sus restos se encuentran están extraviados en un territorio de más de 70 mil kilómetros cuadrados.
Las historias, las tragedias se repiten. Lo mismo un migrante oaxaqueño que fue engañado y abandonado por un coyote, que un salvadoreño que se perdió en el desierto y falleció, que un michoacano que huyó de la violencia en Tierra Caliente y nunca se encontraron sus restos luego de cruzar la frontera.
“Susana Gaona Santos de alguna manera penetró el muro a unas pocas millas al este de Nogales, Arizona, Una con fuerte vigilancia de vehículos de Patrulla Fronteriza y vigilancia constante de helicópteros. Ella esperaba lograr llegar a un barrio de casas lujosas a solo 2 millas al norte de la frontera y una vez allí, mezclarse como otro residente de esa zona”.
“Pero esas 2 millas de desierto abierto antes de las casas, donde el ganado vaga , es una zona mortal. Lo digo porque he plantado varias cruces en esa zona. me entristece informar que Susana con 40 años, no lo logró: su cuerpo fue recuperado el año pasado en el lugar donde está la cruz naranja. Murió por los efectos de la hipertermia”, narró Álvaro Enciso, también profesor universitario retirado.
Él junto con un equipo de colaboradores voluntarios recorre un día a la semana este hermoso pero letal desierto para colocar las cruces de madera en los sitios donde se han encontrado restos de los migrantes. Las elabora de madera y las pinta de colores llamativos, además las decora con restos de latas que dejan los migrantes en su trayecto.
“Where Dreams Die o Donde Mueren los Sueños es un proyecto para recordar a los migrantes que huyen de la pobreza, de la violencia, del cambio climático, que buscaban la reunificación familiar o una vida mejor y que fallecieron en este desierto que ha sido usado por el gobierno Estados Unidos como un arma contra la migración”, dijo en entrevista con The Exodo.
“Donde Mueren los Sueños” es un recordatorio a los héroes que dejaron patria, familia, tradiciones y que buscaron el mal llamado americano que muchas veces termina trágicamente. “Es una tragedia no sólo para el migrante que falleció en el desierto, sino para la esposa, los hijos, los padres, los hermanos que dejó en México o en Centroamérica o a una familia que se quedó esperándolo en Estados Unidos”, apuntó el artista colombiano.
Dijo que cuando se encuentra un cadáver en el desierto o restos óseos, lo primero que se hace es llamar a la policía o al sheriff a recoger los restos. Ellos se encargan de poner una marca de GPS y llevan los restos al Forense de Pima donde empieza el proceso de identificación.
Comentó que en momento en que un cuerpo es identificado se contacta a la familia y los restos son repatriados al país de origen. “Ahí es cuando yo utilizó las coordenadas del GPS y junto con mi equipo las ubicamos en el desierto y colocamos una cruz. Ya llevamos más de 1,200, pero creo que nunca voy a terminar esta labor, se calcula que han fallecido en esta área más de 4,000 y diariamente mueren más”.
“El desierto está lleno de huesos, de cadáveres de migrantes y ahora se está llenando de las cruces que yo pongo. Son muertes que pasan desapercibidas y lo que yo trato con mis cruces es darles presencia a esas víctimas, porque tiene un nombre, una historia, una familia y en un momento tuvieron planes y sueños y vinieron a Estados Unidos a mejorar sus vidas. Eso no es un crimen, sino un deseo de todo ser humano”, agregó.
Subrayó Las cruces no tienen ningún nombre porque la mayoría de los migrantes que se han encontrado no han sido identificados y cuando se reconoce o de identifica a alguien prefiero no poner los nombres para que todos tengan la misma reverencia.
Las cruces son todas del mism tamaño pero de diferentes colores llamativos, lo mismo amarillas que anaranjadas, moradas, rosa, azules. Su labor es con dinero de su bolsillo, sólo algunas personas le donan pintura que les sobra. También son adornadas con las latas de frijoles, de atún, de sardinas, de todo lo que los migrantes dejan tirados en las veradas y senderos del desierto. “Son parte de la historia de los que fallecieron, por eso las rescató y las coloco en las cruces”.
Enciso, quien emigró de un pueblo cercano a Bogotá hace casi 50 años, comentó que el desierto es neutral, pero el gobierno de Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza ha convertido el desierto en un arma más para frenar la migración. Desde 1994 se instrumentó una política a sabiendas que en el desierto fallecería mucha gente y que eso tal vez y parar el tráfico.
“Estados Unidos nunca entendió que eso no parará la migración porque son personas desesperadas que huyen de la pobreza extrema, que buscan la reunificación familiar o que están huyendo de la violencia en México o en Centroamérica. Son personas que mueren tratando de cumplir su sueño”.
Dijo que con su labor al crear este inmenso camposanto o cementerio ha logrado que personas de todo el mundo asistan a una especie de funeral, de memorial de cientos de migrantes que nunca conocimos, pero que son importantes para mí y que es la oportunidad de unirme a la migración que yo inicie hace 50 años.