noviembre 21, 2024 6:36 am

Columna The Exodo
Luis Carlos Rodríguez


Los migrantes han sido tradicionalmente utilizados en Estados Unidos y en México con fines electoreros, lo mismo por Donald Trump para insultar y amenazar a los mexicanos que cruzan la frontera y con ello ganar votos de los sectores más conservadores, que el demócrata Joe Biden quien prometió una reforma migratoria o Barack Obama que en campaña abrazaba a los extranjeros y comía tacos, pero en los hechos rompió récords en deportaciones.
En México las cosas no son distintas. En su época de candidato, Andrés Manuel López Obrador, prometió una política de migración ordenada, con respeto a los derechos humanos y a los pocos meses de iniciado su sexenio, por acuerdo con Trump, militarizó con soldados, marinos y la Guardia Nacional la ruta migratoria e inició la persecución y deportación masiva de centroamericanos, sudamericanos y caribeños.
Por eso, es que en este contexto de maltrato y persecución a los extranjeros en el gobierno de la 4T, el caso más simbólico e incluso más grave que la matanza de San Fernando, fue el incendio en una estación migratorio de Ciudad Juárez donde fallecieron 40 migrantes, causa suspicacia el “regalo” de 110 dólares mensuales que por medio año dará el presidente López Obrador a miles de venezolanos en vía de deportación.
Para nadie es un secreto que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, uno de los principales aliados en el extranjero de López Obrador, enfrentará su segunda reelección el próximo 28 de julio.
La pregunta es porque sólo a los venezolanos, porque no a los cubanos que huyen del régimen castrista, de los centroamericanos que huyen de la pobreza y violencia o de la ola de haitianos que están viviendo en las calles de Tapachula y de la Ciudad de México.
En las campañas presidenciales tampoco son distintas las cosas. Desde la precampaña de Morena, se registró el acarreo de decenas de haitianos al cierre de campaña de Ricardo Monreal con el patrocinio de la entonces alcaldesa en la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas.
En este contexto, el pasado 3 de enero, en el cierre de precampaña de Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial opositora, tres migrantes haitianos fueron llevados al evento en la Arena Ciudad de México por el también, entonces precandidato a la CDMX, Santiago Taboada.
El 23 de junio del año pasado, durante un evento de la precampaña de Claudia Sheinbaum en Tijuana, decenas de haitianos fueron llevados como “acarreados” por organizaciones sindicales y lucieron pancartas con frases “Es Claudia” y “Bienvenida a Baja California”.
Por eso, no es casualidad el encuentro con migrantes que tendrá Claudia Sheinbaum con migrantes el próximo 29 de marzo en el Teatro de los Electricistas con migrantes. Ahora sí, que como dijo López Obrador con la pandemia. “Como anillo al dedo” el apoyo a los venezolanos de cara a las elecciones en México y en Venezuela. Tal Cual.

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