diciembre 13, 2025 5:16 pm

• “En mi corazón no emana odio yo si duermo tranquilo, no se usted”: Estefan, sobreviviente venezolano

The Exodo/Luis Carlos Rodríguez

Fue la crónica de una disculpa falsa, obligada, tardía, dos años después de la tragedia que provocó el gobierno de López Obrador y su política de militarización de la ruta migratoria, de convertir en los albergues del INM en cárceles de extranjeros y de poner al frente al funcionario que lleva sobre su conciencia la muerte de 40 migrantes calcinados al no abrirles las rejas ante un incendio.

Tuvieron que pasar 914 días desde el siniestro ocurrido el 27 de marzo de 2023 en la estación migratoria de Ciudad Juárez, el cual dejó un saldo de 40 migrantes fallecidos y 26 heridos con secuelas permanentes para que Francisco Garduño Yánez, ex comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) pidiera una disculpa pública por la negligencia criminal que provocó la tragedia.

Impune por su cercanía con el expresidente López Obrador, quien primero lo colocó cuando era jefe de Gobierno de la CDMX como encargado del sistema penitenciario y después y a pesar de la tragedia y su responsabilidad penal directa lo protegió, Garduño llegó resguardado por personal de INM, a pesar de ya no ser funcionario, al acto de disculpa pública en el Museo de la Ciudad de México.

Vestido de traje gris, subió al estrado y enfrente encontró los rostros de los sobrevivientes de la política migratoria criminal que encabezó por ordenes presidenciales. Nunca miró a los ojos a las madres e hijos de los centroamericanos y sudamericanos que murieron bajo su custodia. Menos a los sobrevivientes.

“A todos les ofrezco, con humildad, una profunda disculpa por el sufrimiento y daño causado a ustedes y a sus familias que vieron cambiar sus vidas para siempre”, dijo sin matices, ni siquiera el pudor del arrepentimiento, leyendo un discurso al pie de la letra.

“Usted duerme tranquilo después de lo que pasó en Juárez”, le cuestione el 20 de mayo del 2023 en el marco de la inauguración del archivo histórico del INM allá por los rumbos de Azcapotzalco, ante su sorpresa y lejos de las preguntas a modo de la fuente que asistía y que estaba más interesada en la ficha migratoria de Tongolele, El Che Guevara o Pérez Prado.

Molesto, Garduño, el optometrista de profesión, el amigo y recaudador de recursos para campañas de López Obrador, abrigado por el poder presidencial, me respondió:

“Yo sí -duermo tranquilo-, yo estaba a 1,800 kilómetros de distancia del suceso, no podía yo llegaren tres minutos que suscitó la conflagración, en la cual dos venezolanos provocaron el incendio y empleados del INM irresponsablemente no localizaron las llaves”, expuso dos meses después de la tragedia y aclaró que no renunciaría, unca lo hizo, es más le prolongaron su cargo, sueldo y protección tres meses este sexenio.

El viernes pasado -26 de septiembre del 2025- en el Museo de la Ciudad de México, familiares de las víctimas y sobrevivientes de la negligencia criminal de funcionarios del INM encabezados por Garduño rechazaron la disculpa pública, le reprocharon que no haya pisado una cárcel, que ni siquiera exista reparación del daño.

El venezolano Estefan Arango, sobreviviente, quien se refugió en un baño para salir con vida de la tumba migratoria que construyó Garduño,  comentó en entrevista que  es una disculpa forzada, tardía, sin convicción, pero dentro de mí corazón no emana odio, ni rencor en mí corazón. Yo lo perdono”.

“No queríamos una lectura obligada de su disculpa, sino que naciera de su corazón, con una mirada y semblante que empatizara con nosotros, con las víctimas y ser solidaria. Yo no se si el dormirá tranquilo, yo si duermo tranquilo”, dijo sereno el joven venezolano que sobrevivió a la política migratoria de la 4T aquella noche fatídica en Ciudad Juárez.

www.theexodo.com

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