noviembre 24, 2024 9:40 am

TAL CUAL

EL KU KLUX KLAN Y MEXICO

Luis Carlos Rodríguez González

Lo ocurrido la semana pasada en Charlottesville, Virginia, con una polémica marcha de blancos racistas “Unir a la derecha”, con neonazis y Ku Klux Klan incluidos, que derivó en violentos enfrentamientos en que dejaron tres muertos y más de 20 heridos, ha sido criticado por amplios sectores en Estados Unidos.

El malestar creció ante la actitud pasiva, permisiva y hasta racista del presidente Donald Trump que se negó en un principio a criticar a estos grupos supremacistas y al final matizó la gravedad de estas manifestaciones de odio ocurridas el sábado 12 de agosto.

Trump recalcó que los disturbios del pasado sábado en Charlottesville a raíz de una marcha de grupos de ultraderecha “fueron culpa de ambos bandos”. “Había gente mala en un lado y también muy violenta en el otro”.

Estos grupos se definen como “nacionalistas blancos” y tienen como objetivo defender la “civilización occidental” y la pervivencia de la raza blanca en Estados Unidos, que argumentan está amenazada por la migración, los afroamericanos y el éxodo de personas de otros países, principalmente de origen musulmán.

Son estos supremacistas blancos quienes mayoritariamente apoyaron la campaña de Donald Trump y son los mismos a quienes les dedicaba sus discursos antiinmigrantes, antimexicanos y les prometió construir el muro fronterizo.

El Ku Klux Klan fue fundado en 1865, al término de la Guerra Civil, llegó a contar con cuatro millones de miembros en los años 20’s. Tuvo un segundo auge en los 60´s, oponiéndose a los movimientos civiles que buscaban acabar con la discriminación.

El KKK fue responsable de cientos de ataques y linchamientos a afroamericanos en esos años. Actualmente tienen alrededor de 8 mil integrantes, por lo menos reconocidos, pero pueden ser cientos de miles o millones, gracias al efecto Trump, que los está alentado a muchos a salir del “clóset del racismo y la supremacía”.

El sábado de la marcha en Charlottesville, estuvo presente el ex líder del KKK, David Duke, quien apoyo la campaña de Trump. Horas después agradeció vía Twitter que el Presidente de Estados Unidos no les condenara explícitamente por lo ocurrido.

En México y en especial en el Gobierno Federal parece que este tema no les preocupa, no les interesa o ni siquiera sospechan las dimensiones de que se multipliquen actos racistas en Estados Unidos en contra de los mexicanos, por su color de piel, por su origen migratorio o por no hablar

inglés. Ni un boletín, ni un Twitter presidencial o del aprendiz de canciller lamentando los actos de racismo.

Como si en Estados Unidos no vivieran al menos 12 millones de mexicanos expuestos a este tipo de hostilidades. Episodios ya ha habido diversos de mujeres mexicanas que por su apariencia latina son agredidas verbal o físicamente o porque en el supermercado hablaron en español o simplemente cientos de paisanos que han sido detenidos y deportados cuando conducían un automóvil y un policía los detuvo por el color de su piel y después descubrió que era indocumentado.

Muy grave el despertar del KKK y de los grupos neonazis, entre decenas de la ultraderecha y supremacistas. Peor aún que el gobierno mexicano, el medio centenar de consulados en Estados Unidos, estén tirados en la hamaca, metidos en sus oficinas de lujo, pensando que esa violencia, ese odio, no va dirigido también o principalmente para nuestros paisanos. Tal Cual.

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