Tal Cual
Campañas electorales: Apatía, dispendio y narcotráfico
Luis Carlos Rodríguez González
A unos días del arranque de las campañas para elegir gobernador en los estados de México, Coahuila y Nayarit lo único cierto es que los ciudadanos están hartos y con una enorme apatía ante las promesas y demagogia de candidatos y partidos, que hay un dispendio de recursos públicos, y que no hay forma de evitar la infiltración de la delincuencia y el narcotráfico en el sistema electoral mexicano.
Compañeros reporteros que cubren las campañas en el estado de México de los candidatos del PRI, Alfredo del Mazo; del PAN, Josefina Vázquez Mota; de Morena, Delfina Gómez y del PRD, Juan Zepeda, comentan que a los mítines y eventos públicos no llegan más de un centenar de simpatizantes y que en ocasiones son más personas de logística, prensa, organizadores y seguridad de los candidatos que ciudadanos de a pie que tengan interés de escucharlos.
Por el lado del candidato del PRI al gobierno mexiquense, Alfredo del Mazo, todo el aparato del gobierno estatal y federal está trabajando en su favor y desde antes del arranque de su campaña hubo una pasarela de funcionarios federales que repartieron apoyos, programas y promesas a los ciudadanos con el claro interés de respaldar las aspiraciones del primo del presidente Enrique Peña Nieto.
Y no es para menos. El estado de México es un ensayo general, un laboratorio electoral o un round de sombra para el PRI y el gobierno federal en cuanto a dispendio de recursos públicos, movilización, acarreo, tarjetas Monex, utilización de medios de comunicación, columnistas y encuestas en favor de los candidatos oficiales, sin dejar lado la siembra de “campañas negras” para desprestigiar a la oposición.
Sin rubor alguno, Rosario Robles, titular de la Sedatu, entregó viviendas y escrituras en la última semana de marzo y hace unos días reconoció que la entidad que más apoyos tiene es donde compite Del Mazo y los justificó así: “Ni modo, gana el Estado de México porque tenemos un Presidente mexiquense”.
Pero no es la única. El secretario de Salud, José Narro, quien se cree con méritos para ser candidato presidencial, también respaldó la campaña del PRI en el estado de México y repartió afiliaciones al Seguro Popular; el titular de Educación, Aurelio Nuño, regaló pulseras y el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, actas de nacimiento.
En otros estados la situación puede ser más grave. Por lo menos en Nayarit después de que se descubrió que el Fiscal en funciones, Édgar Veytia, era un consumado traficante de drogas a Estados Unidos y en México nadie se enteró, ni su jefe y gobernador, Roberto Sandoval, ni la PGR, ni ninguna otra instancia federal de inteligencia. Tuvo que ser la DEA y el FBI quienes lo detuvieron en San Diego, California por este delito.
En un excelente reportaje del diario El Financiero, el periodista Rivelio Rueda, da cuenta de cómo está de turbia la política en Nayarit, cuando el actual gobernador pasó de humilde tablajero y migrante y prácticamente no tener riqueza cuando inició su gestión como mandatario estatal a ser
propietario de ranchos, terrenos y casas por toda la entidad, cientos de cabezas de ganado, además de criar y coleccionar caballos pura sangre.
En Coahuila la batalla será entre candidato del PRI de los Moreira, Miguel Ángel Riquelme y el del PAN y compadre del ex presidente Felipe Calderón, Guillermo Anaya. El primero tiene como encomienda ocultar todos los malos manejos financieros de los hermanos gobernadores y el segundo, el panista, trae consigo un nefasto compadrazgo calderonista y su parentela política y sus presuntos nexos con un capo del narco. Tal Cual. www.theexodo.com